Durante los últimos días de estas agetreadas vacaciones de Navidad, se me ha vuelto a producir una especie de pesadilla, acompañada de cierto dolor de cabeza, un malestar que analizando detenidamente sus causas no ha sido el turrón, ni la bebida, ni los platos, tan sabrosos de la cocina canaria... No, para nada, ha sido una cierta desazón o malestar producto de un pensamiento algo esquivo y cruzado que con cierta impertinencia y sorpresa me sorprendía de vez en cuando. "Urania en Crisis" o algo más lamentable y triste "Urania abandonada"...
En mis meditaciones, intentaba relacionar la situación mundial, los cambios económicos y las grandes caidas bursátiles, el conflicto de Irak, la barbarie del Congo, las amenazas del imperio del sol naciente con occidente, la llegada de Obama a la Casa Blanca, el problema del crudo y las fluctuaciones del petroleo por el conflicto palestino (Gaza), etc etc etc... con el vacio de los "uranitas" a sus debates y cenas habituales de costumbre. La producción literaria en España ronda los 6000 titulos anuales, de los cuales más del 60% corresponden a novela y de ellos más del 45% son publicaciones extranjeras. Si añadimos toda la producción clásica y no tan clásica que ha ido manteniéndose en la "memoria histórica", ocurre que no es precisamente la falta de material literario lo que nos ha "congelado", ni siquiera un cierto golpe de cansancio generalizado o resaca de larga duración... no. Los motivos tienen que ser otros, y por supuesto tienen que ver con la disponibilidad del tiempo y la animosidad y entusiasmo por volver a reunirnos. Como ocurría en el "agora giega", el "phatos", el "ethos" y el "logos" eran necesarios para poder dinamizarse el debate. En Aristóteles el "phatos" sería el uso de los sentimientos humanos para dar el veredicto de un juicio. Por lo que la propia crítica que podemos hacernos al respecto ha de ser: "¿Qué podemos esperar de Urania, si tras asistir con tanto entusiamo y entrega en su nacimiento, la hemos abandonado a su suerte en el más absoluto de los olvidos?... y como si de una mascota juguetona y alegre, que con sus vivos ojos nos mira, incitándonos al baile de las ideas y las palabras... ¿cómo nos sentiríamos si fuese ella y no nosotros la que nos hubiese dejado solos y abandonados a la más triste suerte?.... Sin duda que algo hemos de hacer, antes de que el tiempo y el silencio terminen por borrar del todo, aquellos rostros atentos y críticos que tras una lectura sesuda, decidían encontrarse para compartir las ideas en un sentido abrazo de amistad hedonista.
Reflexiones de un uranita
Antonio Gutiérrez (29.12.2008)
